MÓNICA LUCÍA SUÁREZ BELTRÁN

Mónica Lucía Suárez Beltrán, Bogotá, Colombia. Profesional en Estudios Literarios y Magíster en Educación, Universidad Nacional de Colombia. Entre sus textos literarios se encuentra “Tenues y tonos, Colorario de ciudad” (2008), poemario ganador en la Editorial Anidia, Salamanca (España). Su libro de poemas “Cinco movimientos y medio en el espacio” (2017) ha sido reconocido por posibilitar el diálogo con las artes plásticas y la danza. Publicó “Madeja de voces” (2019), participó en la antología bilingüe Tierra del sol (2021) y prepara la edición su poemario “Hay poemas ciegos como el amor” (2022). Escritora invitada a Festivales Nacionales e Internacionales, con publicación de textos compilados en algunas antologías. Ha liderado Talleres locales de escritura creativa en Idartes.  Es investigadora categorizada en Colciencias como asociada y autora de textos académicos de Literatura, educación y Humanidades. Es consejera distrital de cultura en Literatura y líder de Poesía expandida Colombia.

***

De cómo habla la mujer que espera

.

Tengo las manos abiertas para recibir el susurro del viento.

.

Veo cómo los árboles lo acogen en sus hojas y ellas tiemblan. 

Mis manos también tiemblan.

A veces, pienso que los árboles llevan dentro una mujer. 

Por sus raíces.

Por estar ahí, pese a la más fuerte lluvia. 

Por su figura en la sombra.

Por ser lugar de los nidos. 

Pero, sobre todo,

por la sabiduría de su infinita soledad.

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Resistencia

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Deshabitado el silencio

la voz del poema

resuena

 -más allá de la ráfaga de fuego-

vuela,

acaricia el llanto.

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La palabra tiene toda la vida por delante

se opone a quien atenta contra el sueño

de quienes no tenemos miedo

ni espanto a la certeza

de la luz en un verso

desde la resistencia.

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Descendiente

.

Prefiero ser descendiente de Eva,

que se equivocó,

que se tentó y tentó a otros.

Que en un libro de dioses tuvo piel de mujer.

Que habló con la serpiente, como habló con Dios y el

hombre.

Que salió desterrada y fundó un mundo, así no lo haya

creado.

.

Eva, además, es ave de revés.

Prefiero ser hija de Eva:

imperfecta

transgresora,

mortal.

.

.

.

.

Es lo que tenía

.

Construí el nido con fibra de incertidumbre 

y se sostuvo

porque no hay nada cierto

todo nace cada día

(incluso la primera mirada)

.

De mi boca pasé las palabras, a tu boca,

que alimentan tu paso por el mundo.

.

Es lo que tenía.

.

Creí necesario que supieras del frío y la lluvia

y que las alas las traías puestas como piel.

.

Espero tu vuelo,

te acompaño en el borde:

no voy a mostrarte cómo lo hago

no te daré mi vértigo

ni mis caídas.

.

Solo mi canto que te acoge.

Solo mi verso que es tu nido

con fibra de incertidumbre.

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