ALEJANDRO ACEVEDO

Alejandro Acevedo (1999). Estudiante de Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana de la Uptc, Tunja. Ha participado en talleres de escritura literaria. Ninguna ciudad se disputa su nacimiento. Grieta de Tarde es su primer libro. 

***

Nocturno apoético

.

Por fin te delineas,

gotera,

.

te suplico,

gravedad,

.

te pasmo,

salpicar.

.

Me erosiono, por fin,

y

con el agua

tú.

.

.

.

.

Candado de noche

A Jimmy Julián López

.

Del aposento al pasillo hay una ventana.

De la ventana al pasillo

oscuridad.

.

Me parece ya medio día.

Cruzo el deforestado espacio

entre la cama y afuera.

.

Por doquier.

Sin querer.

.

Inmersa la necesidad de ver el exterior,

carbón nuboso.

.

Son los vitrales,

la cantidad de torpezas,

la cama.

.

La música sin prevención ni fin.

.

Mis viejas rupturas de bolsillos

cual semillas en síntoma

de germinar un temor.

.

La pared que divide el aposento de un 

cerrojo.

El horario de salida.

.

Una pasa de zapote.

.

Y nada más.

.

.

.

.

Oración 

Danos, Señor, las lecturas

 del que está a punto de morir,

la alcoba 

 del seductor.

.

Danos sitio

 donde la música sienta el peso

 de sus notas una, otra vez,

 arrancadas del pentagrama.

.

Danos, Señor, el timo de la caza,

 la visión de las nubes:

 también humanas,

 pues caminan por las calles;

 adivinas de todos los tiempos.

.

Concédenos terminar sin manos

 este día,

 sin croquis

 esta única vez.

.

Danos, Señor, las escrituras

 de Plutón

 para corregir el final,

 para saber si existe.

.

.

.

.

Vi por primera vez

las nubes

en el interruptor 

de un bombillo roto;

la tierra

en las sobras de grafito

que quedan tras la hoja 

después de escribir una carta;

.

.

el agua

en los bolsillos 

de mi madre:

el mar;

.

el fuego

en las botas

de mi padre:

fotografías;

.

las huellas 

en el polvo de los astros;

.

la ceniza

en la estela 

que deja un meteorito;

.

sentado en la azotea

de un átomo,

las estrellas;

.

la tela

en el manto

del Planeta;

los parásitos

royendo el oro

del anillo de mi abuelo.

Exprimiendo mi riñón

vi por primera vez

al humo;

las lágrimas

de un bar

en su memoria;

.

el frío

en las moscas

de un farol;

.

al Maná de Dios

dentro de la basura

junto a mi casa;

.

un libro

en la métrica

de los tachones;

.

la espera 

en el rincón oculto

de un dedo meñique;

.

una pestaña

silbando mis lentes;

.

una pared

en la chispa

de una fosforera;

.

un telescopio

en el interior

de una botella.

.

Releyendo una pagina

no entendida

vi por primera vez 

la música,

.

y volví a empezar.

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