De Riohacha al Mundo: Migración Regular como Pilar del Desarrollo

Riohacha se alza como escenario global del diálogo migratorio.

Riohacha, sus calles costeras, su cielo que poco se nubla, su brisa con sabor a sal y guajira… Y al interior de la Biblioteca Héctor Salah Zuleta, un murmullo distinto: idiomas, gestos diplomáticos, conferencias, mujeres migrantes hablando, jóvenes escuchando, panelistas que suben al estrado.

No es una cumbre más: es la XV Cumbre del Foro Mundial de Migración y Desarrollo, del 2 al 4 de septiembre de 2025. Colombia la asumió como presidencia pro tempore desde 2024 con un lema ambicioso: “Migración regular, movilidad laboral y derechos humanos: pilares del desarrollo y el bienestar de las sociedades”.

Primeros días: expectativas, símbolos y movilización.

Desde antes de inaugurar, Riohacha se movía: logística, hoteles, transporte, coordinación institucional entre Cancillería, Gobierno local, Gobernación, gremios, cámaras de comercio. Genaro Redondo, alcalde de la ciudad, recorría espacios, evaluaba escenarios, ajustaba detalles.

El presidente Gustavo Petro y la canciller Rosa Yolanda Villavicencio Mapy instalaron formalmente la cumbre. Fue un acto de reconocimiento a Riohacha, ciudad fronteriza con una historia de migraciones, de acogida, de desafíos. En este primer día se rindió homenaje al municipio por sus 480 años, con identidad guajira visible en el logo del evento, en la ambientación, en las zonas de deliberación.

También se establecieron espacios especiales: la zona “azul” (oficial, diálogo de estados) rebautizada como Pütchipü’üi, el palabrero wayúu; la zona “verde” (abierta a público, sociedad civil, cultura) como Waré, “el amigo”. Símbolos que no son meramente decorativos, sino expresiones de reconocimiento cultural, de que Riohacha no estaba para ser sólo sede logística, sino para ser lugar de identidad, memoria, encuentro.

El repertorio de contenidos: debates, paneles, tensión y compromiso.

El foro reunió a más de 1.500 participantes de 71 estados, con representaciones amplias: sociedad civil, alcaldes, sector empresarial, organizaciones internacionales.

La agenda fue intensa y variada:

  • Paneles magistrales, mesas redondas, diálogos temáticos, y eventos paralelos. Se adelantaron 21 eventos paralelos, 6 mesas redondas, 5 paneles o miradas centrales, más diálogos.
  • Los temas centrales incluyeron:
  • Mujeres migrantes y su tránsito, sus derechos, los riesgos que enfrentan.
  • Niños, niñas y jóvenes en movimiento: su voz, su futuro, su inclusión.
  • LGBTIQ+ en movilidad: migración motivada por identidad, persecución, necesidad de protección.
  • Cultura, medios de comunicación y narrativas sobre migración: cómo se cuentan los migrantes, quién controla la historia.
  • Cambio climático como motor o catalizador de movilidad humana, necesidad de rutas laborales seguras frente al impacto ambiental.
  • Cooperación regional, integración, responsabilidad compartida entre países de origen, tránsito y destino.
  • Tecnología y digitalización para mejorar gestión migratoria, hacer datos confiables, transparencia.

Algunos momentos destacables:

  • Mauricio Jaramillo Jassir, viceministro de Asuntos Multilaterales, sostuvo diálogos con Matthew Brook de ACNUR, con Tanya Louise Chapuisat de UNICEF, y con Elio Rodríguez Perdomo, viceministro cubano. En el diálogo con Cuba se acordaron mesas técnicas virtuales preparatorias para una futura ronda de conversaciones migratorias en La Habana.
  • En “Experiencia de mujeres migrantes en tránsito y desafíos para su integración”, se discutieron violencia de género, barreras institucionales, salud y atención en destino.
  • En otro evento paralelo, “La movilidad humana promovida por la persecución y ausencia de garantías a la diversidad sexual y de género” se habló de migrantes LGBTIQ+ como sujetos de derechos, no como categorías invisibles.

Tensiones, contrastes y urgencias

Aunque el foro fue celebrado ampliamente, no faltaron críticas, desafíos prácticos y preguntas urgentes:

  • El traslado de la sede originalmente anunciada en Barranquilla a Riohacha generó polémica y preocupación por la capacidad logística, el aforo y los costos.
  • Hay un contraste entre la ambición de los temas propuestos y los recursos reales disponibles en algunas zonas de La Guajira: transporte, servicios básicos, infraestructura turística, capacidad hotelera, espacios de recepción adecuados. Los organizadores trabajaron para resolverlos, pero la experiencia dejó claro que las regiones fronterizas enfrentan brechas estructurales.
  • A pesar de la asistencia masiva y de los compromisos verbales, siempre está el reto de convertir las deliberaciones en acciones concretas: políticas públicas, presupuesto, seguimiento, mecanismos de rendición de cuentas. Las organizaciones al cierre del foro instaron a una cooperación política más fuerte.

Cierre: memorias e impactos

Al clausurar el foro, la sensación entre muchos fue que Riohacha dejó de ser un sitio marginal del debate migratorio para ser escenario central. La viceministra Olga Lucía Arenas habló del foro como “una victoria para su economía local y su realce ante el mundo”.

Uno de los aprendizajes más firmes: migrar no significa renunciar a los derechos; al contrario, cuando se reconoce la dignidad, la inclusión, la voz de los más vulnerables, la migración puede contribuir al desarrollo, al fortalecimiento social, al tejido humano.

Riohacha se va quedando con las huellas del foro: el movimiento de personas, los talleres, los encuentros bilaterales, las mesas de diálogo, los discursos, los abrazos, las promesas. También con la expectativa de que lo que aquí se planteó sea más que palabras nobles.

Si tuviera que señalar una frase que resume este foro, podría ser algo como: “Cuando lo marginal se vuelve central, cuando la periferia reclama voz, nace una oportunidad de transformar realidades.”

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