Diana Carol Forero, nacida en 1974, en los llanos orientales de Colombia. Egresada del Taller de Escritores de la Universidad Central, en 1996 y del Taller de Escritores Idartes 2013.
Primer puesto en el XII Encuentro Regional de Escritores «El Llano y la Selva Cuentan». Mención de honor en el IX Concurso Universitario de Crónica 2017 Universidad Externado de Colombia. Primer puesto en el Concurso Nacional de Escritores SENA “Somos Paz y Reconciliación” 2015. Primer puesto en el Concurso Virtual Zonal de Poesía “Mi verso y yo” UNAD ZAO, 2013. Primer puesto en el Concurso Virtual Zonal de Cuento “Pensamiento al Viento” UNAD ZAO 2014.
Tecnóloga en Gestión del Talento Humano, estudiante de Psicología, de 2014 a 2018 se desempeñó como apoyo técnico para los procesos de reintegración y reincorporación de excombatientes. Entre 2020 y 2021 fue Enlace Municipal del programa Familias en Acción, de la Presidencia de la República, para el municipio de Santa Rosalía, Vichada.
Ha escrito los poemarios Balada para Piel de Luna (México, 2014) y Horizonte de Sucesos, cuyo lanzamiento se hará en el marco de FILBo 2022.
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LA LENGUA DE LOS POETAS
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Nueve mundos posee
el árbol de la vida
Por todos ellos tuve que pasar
para obtener el secreto de las runas
Como vulgar esqueje
fui escindida
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/desgajada/
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Mi raíz mutilada
—ulcerosa cicatriz—
se marchitó dolorosamente al sol
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Nueve extensas noches
—agitada por el viento—
habité esta corteza
que alguna vez fue sed
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y hoy —si acaso— letargo, hastío, hiel
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En medio de las tinieblas
la robusta planta leñosa
en que me he erigido
emana pálidos destellos
de luz en una lengua muerta
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La mirada vuelta hacia mi propio abismo
cada amanecer
hundo en mi vientre la dorada lanza
y me desplomo a la tierra
tomando estas runas entre gritos
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Ellas son las hojas de las espadas
el canto del viento
la lengua de los poetas
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MANIFIESTO
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Tengo amigos poetas
Viven en las ciudades
donde sus versos
endulzan paladares eruditos
como rayos del sol
que resbalan cada tarde
sobre moles de granito
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Tengo amigos poetas
que no me consideran
parte de su gremio
y tienen toda la razón
.
Qué voy a saber de metáforas
hipérboles y métricas
Yo, que vivo en medio
de la llanura y la selva
.
Que con la boca abierta
como anhelante sexo
veo incendiarse el ocaso
sobre la húmeda ribera
Yo, que apenas si logro hilar
un par de frases abrumadas
ante esa emboscada de belleza
.
Yo, que con los ojos llorosos
hago mía la risa desdentada
del anciano indígena en su chagra
Yo, que me abrigo con la luna
pálida y sudorosa del verano
mientras espanto con la mano
una espesa nube de zancudos
.
Tienen razón; qué voy a saber
de clubes y editoriales
Yo, que desde mi chinchorro
.
con una taza de café humeante
acaso canto al clima
siempre inclemente
y a la hermosura endémica
de esta tierra agreste
Qué voy a saber yo de arte,
si ni conozco un museo
si nunca voy a lanzamientos
cocteles o premios
.
Cómo llamarme poeta
si no hago más que
rasguear poemas
en papeles
que se perderán
quizás
en el loco aleteo del tiempo
.
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NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA (BOGOTÁ)
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Esquina tenebrosa
En que el pavor me embiste
Brisa helada fumando en la acera
En una tinta madrugada
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Sinfonía de arengas, bocinazos y pregones
Pegajoso rumor bajo mis pasos
Noche de tangos en el viejo almacén
El asombro declama en la alianza francesa
Punzante aguijón del hambre en las tripas
.
Ángel caído abrazando un contrabajo
Desazón de la ausencia en los bolsillos
Tal vez un café vespertino en la séptima
.
Mi juventud corre en harapos por las calles
Huyendo de omnívoros recuerdos
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Cruzan junto a mí sin verme —por suerte—
Podrían haberme devorado hasta los huesos
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LA ÚLTIMA FUNCIÓN
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Ella quisiera que los días fueran de nylon
como las medias veladas
para poder ver a través de su tejido
de susurros y de viento
para poder estirarlos
a fin de que el tiempo que le resta
fuera el justo, el indicado
.
Porque está llegando
al final del recorrido
ha andado y desandado
paso a paso su destino
pero siente que aún
le quedan cosas por hacer
otros caminos por errar
.
Ella ajusta cada día su reloj
atenta a los latidos de su corazón
ese león sin dientes
que se tiende, somnoliento
a la entrada del circo
anunciando que se acerca
la última función
.